Hay música que te transporta a otro lugar al escucharla. Sé que es una frase muy manida, pero cabe reconocer que esconde una gran verdad. Es el caso de M83. Con un estilo electro-pop como base, consiguen algo muy inusual en el género. Evocar la más grande epicidad. Al menos, con Wait.

O al menos eso dice en su canción I Don't Wanna Dance. Una canción que, paradójicamente, es imposible que no te dé ganas de bailar.

Había pensado llamar a esta entrada así: Esta es una entrada de blog. Esta entrada es principalmnente un comentario inargumentado y aleatorio sobre The Black Keys, los cuales no he escuchado mucho. Sé que es el peor título que jamás le podría poner a una entrada. Es obvio, redundante, largo (muy, pero que muy largo) y seguro que no ha captado la atención de nadie. Diría que es un mal título de manual. Pues bien, hay un cierto grupo que utilizó un nombre así para su álbum, allí por el 2010. Y les quedó bien. Estoy hablando de The Black Keys.

Bienvenidos al blog (si hay algún visitante). 

Este va a ser otro blog de música. Otro blog de canciones que se quedan grabadas en la mente durante días, de letras sin sentido aparente que en ocasiones pueden llegar a parecer de una lógica aplastante, de discos que giran a 32 revoluciones mientras se pone el sol. Otro blog de radiocasettes cubiertos de polvo, baladas cantadas a fuego lento, bailes en el vacío, piel de gallina. 

Pues eso. Otro blog de música.